Fue identificado como Lautaro López, quien seestaba al cuidado de una hermana de 19 años, mientras la madre se encontraba con su pareja residiendo en otra ciudad.

El padre del menor habría viajado a otro distrito en busca de trabajo, según se supo luego de confirmada la tragedia.

Esto dejó la crianza, educación y alimentación del pequeño en manos de su hermana adolescente, quien representaba la figura adulta que el niño contemplaba en su cotidianidad.

Sin que trascendieran demasiados detalles, se sabe que el domingo el menor se ausentó de su hogar y su hermana lo habría advertido tal vez dos horas después, informaronlas fuentes policiales.

De inmediato, la joven comenzó una búsqueda desesperada que en pocos minutos terminó en desazón total: su hermanito yacía sin vida en un aljibe no muy profundo.

De inmediato, se acercaron vecinos y policías, pero ya era tarde para el pequeño.

Los médicos certificaron su deceso y la fiscal de turno, Cecilia Rímini, pidió que se le realizara una autopsia, a cargo de forenses del Poder Judicial.

Después de las 17, el cuerpo del niño fue trasladado en una Unidad Morguera, hacia la ciudad capital. Serán los especialistas quienes provean las respuestas convincentes que precisa la fiscal.

Con la misma rapidez, los policías tomaban el domingo declaraciones a los testigos y las pericias en el aljibe quedaron en manos de profesionales de la División Criminalística de Añatuya.