Nicolás Uvita Fernández, en el minuto adicionado de la primera etapa, le dio la victoria al Halcón, que generó muchas más opciones de gol que un desteñido equipo xeneize, que no llega al arco de enfrente y queda muy expuesto cuando el rival tiene la pelota. Es demasiado lento y no tiene sorpresa.

Tal es la malaria del conjunto de Jorge Almirón, que en tres de los cuatro partidos de esta Copa de la Liga no marcó goles y en los cuatro playoffs de la Libertadores, sólo anotó dos en el empate ante Nacional en La Bombonera. El panorama parece bastante oscuro.

Por lo pronto, la Copa de la LPF parece ya una utopía. Tiene tiempo para recuperarse, pero el torneo es corto y con solo tres puntos empieza a complicarse. Defensa, en cambio, se metió temporariamente en zona de clasificación a la espera de lo que pase el fin de semana.

Al equipo de Florencio Varela el triunfo también le permitió meterse en zona de Libertadores en la tabla anual. Boca quedó tres puntos abajo de su ocasional verdugo y no es un dato menor pensando en el año venidero.

En el último instante del primer tiempo, el local encontró lo que había buscado durante la mayor parte de la etapa. Una mala entrega de Medina en campo ajeno, permitió una rápida contra del local que finalizó magistalmente Uvita Fernández mientras los defensores y volantes xeneizes volvían en cámara lenta.

Era justo. Defensa había llegado mucho más y había dominado buena parte del segmento y sin hacer nada del otro mundo. Le alcanzó con presionar la imprecisa salida desde el fondo de la visita para recuperar la pelota y luego complicó en cada centro o ganándole las espaldas a los laterales del equipo de Almirón.

Boca jugó 20 minutos aceptables que pudo coronar en su mejor acción del segmento que terminó el Colo Barco con un disparo suave que se metía hasta que Santiago Ramos Mingo despejó la pelota un metro antes de la línea de gol.

Después fue todo del equipo de Julio Vaccari, que generó varias chances claras, como un remate de Gastón Togni que se fue cerca; otro de Santiago Solari que tapó Javier García en una acción que nació en una mala salida del arquero; un cabezazo de Fernández que dio en el palo, y una salvada providencial de Marcos Rojo en la línea.

El primer tiempo se iba en cero, pero Boca lo dio por terminado antes de tiempo: Medina se equivocó, la defensa se durmió y Uvita le dio la ventaja parcial a su equipo.

En el complemento los roles quedaron bien definidos de entrada. Boca salió a buscar el empate y Defensa se replegó y apostó a gestar contragolpes a través de pelotazos largos. Y en ese contexto el local siguió insinuando más. No tuvo muchas claras pero fue más incisivo que el Xeneize.

Boca mejoró un poco con los ingresos de Zeballos y Janson, y sobre todo cuando entró Bullaude, que le da algo más de profundidad al equipo que otros volantes como Pol Fernández. Pero le siguió faltando contundencia de tres cuartos de cancha hacia adelante.

Las más claras las tuvieron Janson y Cavani y los dos le pegaron muy mal a la pelota, a tal punto que ni siquiera llegaron a comprometer a Enrique Bologna. No hubo más.

Terminó festejando Defensa y Justicia y estuvo muy bien. El Halcón sigue en la pelea, tanto en el plano local como internacional y le sacó tres puntos de ventaja a Boca en la tabla anual, que a fin de año puede resultar importante para ambos equipos.

Boca sigue siendo una sombra de lo que pretenden su entrenador y sus hinchas. No tiene juego, falla en defensa y adelante carece de gol. Un panorama negro a menos de dos semanas del inicio de la serie semifinal de la Copa Libertadores.