El hecho sucedió en un camping perteneciente al Sindicato de Obreros Curtidores ubicado en la ciudad de Florencio Varela, Buenos Aires. Allí, el menor fue encontrado por otros dos compañeros, en el fondo de la pileta.

De esta manera, dieron aviso a las autoridades del lugar. En tanto, un guardavidas lo sacó del agua y junto a una enfermera, comenzaron a practicarle maniobras de RCP (Reanimación Cardiopulmonar). Sin embargo, el joven no tenía signos vitales. Si bien fue llevado a un centro médico de la zona, confirmaron su muerte.

Según informó Diario Sur, testigos remarcaron un alarmante detalle. Allí, revelaron que momentos previos a la tragedia, el menor había vomitado. Si bien se desconocen las causas de su muerte, se inició una causa judicial en el marco de "averiguación de causales de muerte".

Por otra parte, otras personas cuestionaron al lugar por contratar a un guardavidas sin demasiada experiencia para realizar RCP. Desde el sindicato de curtidores, señalaron que ocurrió una tragedia que podía ser evitable y remarcaron la “falta de mantenimiento del espacio”.

En esta línea, recordaron que “durante varias temporadas de verano hubo, y hay, pastos largos, baños sucios, mucha mugre y bichos, hasta pasan víboras por el lugar” y que “los trabajadores del camping hace meses que no cobran sus salarios completos”.