El encuentro reunió a representantes de los ocho países amazónicos. Además de Lula, participaron los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; de Bolivia, Luis Arce; de Perú, Dina Boluarte; el primer ministro de Guyana, Mark Phillips; la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez; y los cancilleres de Ecuador y Surinam.

"No somos los países los que precisamos dinero; es la naturaleza que necesita financiamiento", aseguró Lula. "Vamos a la COP28 con el objetivo de decirle al mundo rico que si quiere preservar efectivamente los bosques, hace falta poner dinero, no sólo para cuidar de los árboles, sino también de las personas que viven allí", añadió.

A través de una declaración conjunta, se acordó "establecer la Alianza Amazónica de Combate a la Deforestación", reforzar la cooperación contra el crimen organizado y fomentar el desarrollo sustentable. Sin embargo, no se logró consensuar metas comunes y medidas concretas, lo que decepcionó a ONGs y observadores.

"No hay metas o plazos para erradicar la deforestación, ni mención al fin de la explotación petrolífera en la región. Sin esas medidas, los países amazónicos no lograrán cambiar la actual relación predatoria con la selva", afirmó Leandro Ramos, director de Programas de la ONG Greenpeace Brasil.

La OTCA reclamó a los países desarrollados que "cumplan con sus obligaciones en materia de financiación climática" y aporten "200.000 millones de dólares al año para 2030". La COP28 se realizará este año en Dubai, mientras que la COP30, en 2025, se celebrará precisamente en la ciudad de Belém. (c5n)