El doctor Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud, expresó su preocupación debido a la dispersión hacia el interior, donde hay menos camas de terapia y, por ende, aumenta la probabilidad de muertes. Este año ya se registraron 60 fallecidos a raíz de la enfermedad.

En la conferencia de prensa semanal del Ministerio de Salud, el doctor Guillermo Sequera brindó los alarmantes datos de la situación epidemiológica de la chikunguña. Primeramente, resaltó que hay 13.000 casos detectados en solo tres semanas.

Además, ya se contabilizaron 60 fallecidos en lo que va del año, en su mayoría mayores de 60 años y bebés menores de un año. El director de Vigilancia de la Salud recalcó que el número de casos es probablemente mucho mayor, debido al alto porcentaje de subregistro existente entre las personas que ya no consultan ni se someten al diagnóstico.

A nivel país, hoy se tienen 193 internados en todo el sistema sanitario y 23 de ellos están en terapia intensiva, de los cuales 12 son bebés menores de un año.

Sequera hizo énfasis en su preocupación debido a la expansión del virus hacia el interior del país. Semanas atrás, el 90% de los casos estaban en Asunción y Central; actualmente, esas zonas se llevan el 55%. "La epidemia se está dispersando, el problema se está dispersando a los diversos departamentos del país", manifestó.

Según los datos, la mayor cantidad se sitúa sobre todo en Alto Paraná, pero también se ven incrementos en Paraguarí, Cordillera y Encarnación, ejemplificó. En ese sentido, señaló que el problema principal es que con ese aumento se saturan los hospitales del interior, que están menos preparados que en la zona de Central.

"Si esto sigue aumentando, se va a tener muertos. Y los muertos se van a trasladar a distintos puntos del país (...) Porque aumentan los casos y no hay camas, entonces vendrán los muertos", advirtió el director de Vigilancia de la Salud.

Mosquiteros para bebés y cuidados para adultos mayores

Por otra parte, Sequera recalcó que los más vulnerables son los adultos mayores y los bebés recién nacidos. Recomendó en ese sentido a los profesionales de la salud que dejen internados a los pequeños hasta 8 días después del parto, a pesar de que se vean en buen estado de salud.

Explicó que esa política empezaron a implementarla en Central y así detectaron a tiempo la enfermedad y podían tratar el virus en los bebés antes de que se agraven. Así también, pidió a las familias que coloquen mosquiteros en las cunas, pues los bebés son muy sensibles para utilizar repelentes a tan corta edad.

De la misma manera, recordó que se debe proteger a los adultos mayores, que tienen muchas patologías de base y son más propensos a sufrir cuadros graves.

Llamado a la comunidad

El doctor Sequera volvió a rogar a la comunidad, miembros de la sociedad civil, comunidades religiosas y líderes locales a fin de que trabajen en la eliminación de los criaderos de mosquitos, pues es la única manera de controlar la expansión de la chikunguña y el dengue.

Sobre todo, hizo un llamado a la comunidad altoparanaense. Recordó que hace algunas semanas tuvieron una mesa de trabajo con las autoridades departamentales, pero espera que sobre todo colaboren las familias para recorrer los patios y suprimir toda fuente de agua que pueda convertirse en criadero.

Dijo que luego de esta epidemia vendrán otras enfermedades transmitidas por el mosquito y el ciclo será siempre igual si no se trabaja en la limpieza de los criaderos.