El Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile lo definió como de «mediana intensidad». Tuvo una profundidad de más de 35 kilómetros.
Por su parte, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile precisó que durante el temblor no cuenta con las condiciones para generar un tsunami en las costas chilenas. También, el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres evalúa posibles daños.
Asentado sobre el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, el hecho se produjo en el marco de que el país vecino es considerado uno de los países más sísmicos del planeta.