Joe Biden habilitó a Kiev la utilización de esos proyectiles para atacar territorio enemigo, lo que aumenta las posibilidades de una represalia que escale el conflicto y desate una eventual Tercer Guerra Mundial.
Si bien Ucrania ya lleva más de un año utilizando el Sistema de Misiles Tácticos de Largo Alcance del Ejército estadounidense (ATACMS por sus siglas en inglés) para atacar objetivos rusos en territorio ucraniano, la nueva medida permitiría al gobierno de Volodimir Zelenski lanzar agresiones en territorio enemigo.
Los misiles tienen un alcance de hasta 300 kilómetros y son difíciles de interceptar debido a su alta velocidad. Ante esta escalada, varias figuras políticas rusas criticar la decisión, como el senador Vladimir Dzhabarov, quien la calificó como «un paso sin precedentes hacia la Tercera Guerra Mundial».
En tanto, el presidente de la Duma, la cámara de diputados rusa, Viacheslav Volodin, advirtió: «Con respecto a ese armamento, ya se utiliza. La ampliación de su uso, por supuesto, causará daños, pero no modificará la situación en el campo de batalla. Sólo empeorará la suerte y el futuro de Ucrania«, escribió en su canal de Telegram.
Además, consideró que «destruirá definitivamente las relaciones ruso-estadounidenses». «Si esto ocurre, entonces Rusia estará obligada a responder. El cómo es asunto del Ministerio de Defensa. Pero está claro que la habrá», resaltó, y no descartó que Moscú recurra a «los nuevos sistemas de armamento que Rusia aún no ha utilizado en territorio de Ucrania». «Entendemos que el próximo paso puede ser una respuesta por parte de EEUU. Y después inevitablemente nuestra respuesta. Es lo que se llama escalada», sostuvo.
Por su parte, Putin no se ha expresado públicamente.
Según recogieron varios medios estadounidenses, la decisión del gobierno de Biden se debe a la participación de tropas de Corea del Norte en las filas del ejército ruso.
Resta esperar a que el presidente electo Donald Trump se exprese sobre qué hará en su gestión, ya que viene manifestándose a favor de reducir la intervención norteamericana en el conflicto, algo que podría reducir la tensión. De lo contrario, una posible represalia de Rusia, que tiene un enorme poder nuclear, desataría una ola de violencia muy difícil de detener. (C5n)