Ola de inseguridad en el C5: Delincuentes ingresaron a una casa, redujeron a la dueña de la vivienda a punta de cuchillo

Vecinos se encuentran en vilo frente a un grupo de malvivientes que ha cruzado todos los límites.
Ola de inseguridad en el C5:  Delincuentes ingresaron a una casa, redujeron a la dueña de la vivienda a punta de cuchillo
El barrio República Argentina, en la zona norte de la Ciudad de Formosa, atraviesa una etapa crítica en cuanto a inseguridad, con una situación que se agrava día a día debido a un grupo de malvivientes que tiene a los residentes completamente aterrados. Los vecinos aseguran que, más allá de los habituales robos en la zona, la violencia ha escalado a niveles intolerables, con amenazas de muerte y agresiones físicas que ponen en evidencia la falta de control por parte de la Policía y la Justicia.

El temor se apodera del barrio
Hace una semana, la situación llegó al límite cuando delincuentes ingresaron a una casa, redujeron a la dueña de la vivienda a punta de cuchillo y le robaron dinero, entre otros bienes materiales. Sin embargo, lo más alarmante no es solo el robo en sí, sino el nivel de violencia con el que actuaron los malvivientes, lo que ha encendido todas las alarmas en la comunidad. «Ya no es solo raterismo, la gente tiene miedo de denunciar, de represalias porque son chorritos de la zona», aseguran los vecinos, haciendo hincapié en el creciente temor a represalias por parte de los delincuentes, que ya no solo roban, sino que también amenazan a las víctimas.
Los ladrones no solo despojaron a la mujer de sus pertenencias, sino que la sometieron a una intimidación con cuchillo, exigiéndole dinero y diciéndole que no los mirara. Para empeorar la situación, cuando se fueron, le advirtieron que no denunciara el hecho, o de lo contrario, regresarían.
La escalada de violencia y la falta de respuesta de las autoridades
Este ataque es solo un eslabón más de una cadena de hechos delictivos perpetrados por este grupo de malvivientes, quienes han pasado de ser simples ladrones a ejercer violencia extrema sobre los vecinos. Lo más grave de este caso es que, aunque la Policía logró capturar a uno de los responsables, la justicia no ha actuado de manera contundente. «La policía lo agarró, pero no sabemos por qué lo liberaron tan rápido, y sigue actuando como si nada», afirmaron los vecinos, quienes ven con impotencia cómo los delincuentes, conocidos en la zona, siguen cometiendo delitos sin que se tomen medidas serias en su contra.
La situación se agrava aún más cuando se considera que los testimonios aseguran que la Policía actuó de manera inapropiada, ya que tomaron la denuncia como “robo”, cuando la víctima había solicitado que se registrara como un caso de “intimidación con arma blanca”, lo que refleja un grave error en el procedimiento que agrava la desconfianza hacia las autoridades.
Una víctima traumatizada y un barrio que vive en vilo
El impacto de este hecho fue tal que la víctima quedó tan traumatizada que, durante tres días, permaneció encerrada en su casa, temerosa de salir. Fue un familiar quien la encontró en este estado y la ayudó a hacer la denuncia. Sin embargo, la respuesta de la Policía y la Justicia dejó mucho que desear. Tras una promesa de intervención por parte de la Brigada de Investigaciones, la ayuda nunca llegó. Como si esto no fuera suficiente, días después, otro vecino atrapó a un delincuente en el momento en que intentaba ingresar en su propiedad, pero tras unas horas de haberlo entregado a la Policía, el criminal fue liberado nuevamente.
Este patrón de impunidad ha llevado a que muchos vecinos se sientan desprotegidos y desamparados. Incluso, dos familias ya han decidido mudarse ante el constante acoso. La víctima de este robo violento es la tercera en la misma situación, y muchos otros en el barrio también sienten que no tienen otra opción que abandonar sus hogares por temor a las represalias de estos ya conocidos delincuentes.
Los vecinos de la zona claman por una respuesta inmediata por parte de las autoridades. «Estamos desprotegidos, sabemos que a estos delincuentes los corrieron de otros barrios, y ahora no queremos que sigan en el nuestro», exigen, mientras se sienten atrapados entre la falta de acción de la Policía y la ineficacia de la Justicia. La sensación de impotencia es generalizada, y el miedo se extiende como una sombra que ahoga a la comunidad.
Los vecinos están viviendo una situación de extrema vulnerabilidad, y lo que le ocurrió a esta víctima ya ha cruzado todos los límites. Lo que antes eran simples robos, ahora es un ataque con amenazas y violencia. Piden un cambio urgente, que garantice la seguridad de la gente y ponga un alto a la impunidad que reina en el barrio.
FUENTE:ELMEDIO

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