SOCIEDAD
16 de noviembre de 2023
Destituyeron a la jueza que en 2021 besó a un preso condenado a perpetua

En una votación dividida, el Tribunal de Enjuiciamiento resolvió este miércoles declarar un veredicto de culpabilidad y por mayoría dictó la destitución de Mariel Alejandra Suárez, la jueza de Comodoro Rivadavia que se besó con un preso en diciembre de 2021.
A su vez, la comisión ratificó en los alegatos la totalidad de los cargos expuestos a lo largo del proceso, en cuanto a imparcialidad de la letrada respecto a su desempeño a lo largo del juicio contra el imputado Cristian “Mai” Bustos.
Por su parte, el abogado defensor, Jorge Benesperi, como también la propia jueza, rechazaron los términos de la acusación y aseguraron que ella no se apartó de sus funciones durante y con posterioridad al juicio.
En este sentido, argumentaron que todo el proceso se basó en la difusión de un video registrado en el Instituto Penitenciario Provincial, el cual fue tomado y difundido de manera ilegal.
Cómo fueron los encuentros entre la jueza y Cristian “Mai” Bustos: abrazos, caricias y selfies
Una cabo de la Sección Visitas dijo que la jueza entró con computadora, su celular, caramelos, sanguchitos y un budín. Su jefe de turno le comentó que “estuvieron muy cercanos, parecía que se estaban besando y por tal motivo, los filmó”. Es por ello que se labró un acta.
Un subcomisario a cargo de los internos declaró en el sumario que sabía que Suárez iría para una entrevista para un libro y él fue quien facilitó un espacio acorde para tomar apuntes. Luego su jefe de turno le informó situaciones con Bustos que “no son acordes”. Debido a esto, acordaron elevar un informe a Políticas Penitenciarias.
Otra cabo del sector Visitas testimonió que ese 29 le llevaba los partes de las visitas a su jefe, que miraba las cámaras. Ella se detuvo a observarlas y vieron “una situación rara”: ambos estaban sentados en el piso y Bustos, mientras le acariciaba el pelo, le da un beso.
Al día siguiente, el mismo subcomisario recibió a la jueza, que llevaba facturas para “Mai”. En ese momento le advirtió que ya existía un informe porque “habían estado a los besos” y que estaba filmada. Y le dijo que si iba a trabajar en un libro, que su visita sea solo para eso. La jueza negó todo y deslizó que el preso “le había tomado aprecio”.