MUNDO
20 de julio de 2023
Francia: un hombre superó el VIH tras un trasplante de médula ósea
El "paciente de Ginebra" es el primer caso de este tipo en el que el donante no presentaba la mutación que bloquea el virus del SIDA, lo que abre nuevas posibilidades de investigación.
Un paciente de Francia mostró signos de remisión del VIH a largo plazo después de recibir un trasplante de médula. Otras cinco personas ya habían sido consideradas "probablemente curadas", pero este es el primer caso en el que el donante no presentaba la mutación que bloquea el virus del SIDA.
El hombre, conocido como "el paciente de Ginebra", recibió un trasplante de células madre en 2018 para tratar una forma de leucemia particularmente agresiva. Fue la primera vez que el trasplante de médula ósea provino de un donante que no portaba la mutación CCR5 delta 32, que previene la entrada del VIH en las células.
El tratamiento antirretroviral se redujo paulatinamente y se suspendió definitivamente en noviembre de 2021. Veinte meses después, el virus sigue siendo indetectable en su cuerpo. Los científicos no descartan que aún persista, pero consideran que se trata de una nueva remisión de la infección por VIH.
El caso fue presentado este jueves en Brisbane, Australia, antes de la Conferencia de la Sociedad Internacional del SIDA que comienza el domingo en ese país. El paciente es atendido por los Hospitales Universitarios de Ginebra en colaboración con el Instituto Pasteur, el Instituto Cochin y el consorcio internacional IciStem.
El científico español Asier Saez-Cirion, miembro del Instituto Pasteur, explicó a la agencia AFP que si no hay señales del virus después de 12 meses "la probabilidad de que sea indetectable en el futuro aumenta significativamente".
"En este caso específico, quizás el trasplante eliminó todas las células infectadas sin necesidad de la famosa mutación. O tal vez su tratamiento inmunosupresor, que se requirió después del trasplante, jugó un papel", sostuvo.
La presidenta de la Sociedad Internacional del SIDA, Sharon Lewin, aseguró que el caso es "prometedor", pero aclaró que "este individuo en particular deberá ser monitoreado estrechamente durante los próximos meses y años".
Si bien el trasplante de médula ósea no es una opción para las millones de personas que viven con VIH en el mundo, el "paciente de Ginebra" abre nuevas vías de investigación, como el papel potencial de los tratamientos inmunosupresores y de las células inmunes innatas.