(por Justo L. Urbieta)

Quienes somos abuelos no pudimos dejar escapar de nuestra memoria un maravilloso tiempo compartido con esa zona que fue considerada siempre el centro de la ciudad, donde se establecían los más importantes negocios y casas comerciales, instituciones públicas y obras atractivas que se fueron convirtiendo en símbolo del particular perfil ciudadano de Formosa.

Ese regreso al pasado comenzó con la habilitación del Paseo Histórico “Avenida 25 de Mayo” que convocaba a vecinos y visitantes a animarse a realizar la tradicional “vuelta del perro” a la salida de la misa en la iglesia- luego convertida en catedral- o cuando finalizaban las funciones de los cines Italia, Savoia, Español o el del salón San Francisco de la iglesia.

El área más concurrida era la que se extendía desde la calle San Martín hasta Moreno , un trayecto donde era posible disfrutar de las ofertas de las confiterías Domínguez, El Pingüino y el Ser San,refugio de los adolescentes y jóvenes así como de los que conocían la grata sensación de los primeros amores.

En esa línea estaban también la tienda Avenida, la sastrería Gavilán y Casa Edison , en la esquina de la 25 con Rivadavia desde donde tuve ocasión, desde los hombros de mi padre Pataito, contemplar la figura de Juan Domingo Perón quien habló a los formoseños en el palco levantado en ese sector donde se repitieron mítines políticos con el paso del tiempo.

Ni que hablar de la calle Rivadavia que ahora cuenta con un diseño renovado y acorde a los tiempos, mostrando una arquitectura que atrae y convoca al encuentro familiar así como también a la contemplación, como antes, de las ofertas de los comercios que quedan.

En el tramo entre la 25 y España estaban la inolvidable despensa de Benegas y Moiraghi donde se podían consumir las más exquisitas pizzas con vino moscato; el salón de joyerías y relojería Cohen; el bazar Formosa; librería y juguetería La Favorita de los hermanos Cerquand, queridos amigos de mi padre desde los tiempos en que vivíamos en Comandante Fontana; la farmacia Rojas; Casa Alex y la tradicional esquina ocupada por Iñiguez-

Enfrente, entre otros sitios, la casa del doctor Luis Gutnisky, médico ginecólogo y primer gobernador de la provincia de Formosa próxima a cumplir 68 años y en la planta baja el salón de óptica Salomón mientras que un poco más hacia España aparecían los edificios de Casa Néstor y del negocio de propiedad del reconocido empresario Raúl José Nasti.

Cruzando España, resaltaba el edificio de la farmacia Badía y la sede de un organismo público, creo que era de Rentas así como la sastrería Lemos y la óptica de los padres de la senadora Tessie González y el supermercado de Moiraghi.

Enfrente, zapatería Fanacal de don Emilio Mancebo y doña Blanca Padilla , padres de nuestros amigos Pinina y Pielo, de quienes guardo gratísimos recuerdos.

En la esquina de Rivadavia y Saavedra el edificio fue ocupado por Aerolíneas, una sucursal del Banco de Galizia y una casa de venta de electrodomésticos.

Previamente y por la vereda con fronteros de números pares y junto a Casa Izquierdo, estaban los edificios ocupados por magistrados de la Justicia Federal y a continuación la aún sobreviviente Casa Kratz, de Kratz y Omil y la despensa del popular Nino Bistolfi, hermano de los propietarios de la panadería y fideería Bistolfi ubicada sobre la calle Brandsen y presidente por varios periodos del Club 1 de Mayo.

En síntesis , el emprendimiento municipal no hizo sino despertar ese sentimiento de formoseñeidad y provincianía que anida en todos quienes tuvimos la satisfacción y orgullo de haber nacido en esta tierra bendita y de conservar nuestra identidad, el tono de voz , la sencillez y la pasión familiar que tanto contribuyen a la evolución de los pueblos.