A través de sus redes, denunció que fue golpeado por “dirigentes e hinchas”, aunque desde la Seguridad aseguran que fue él quien inició el altercado. Tras este episodio, le labraron actuaciones y, si bien quedó en libertad, le aplicarán derecho de admisión en la Provincia de Buenos Aires.

A través de sus redes sociales, el defensor de 34 años, denunció que fue golpeado por “dirigentes e hinchas. Eran 15 personas más o menos pegándome dentro del establecimiento y sólo 3 policías”.

El exjugador de Barracas Central fue trasladado, en calidad de aprehendido, a la Comisaría tercera de Ciudad Evita. Allí radicó la denuncia contra el presidente de la institución, Antonio Amerise, y otros directivos.

“El partido estuvo demorado 40 minutos y mis compañeros no querían jugar porque no sabían nada de mí”, detalló el jugador y agregó, en un hilo de Twitter, que la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (Aprevide) y el jefe del operativo policial “querían obligar a jugar” el partido para que “no quede expuesto semejante bochorno que habían hecho”.

“Mandaron a un compañero a la Comisaría como para verificar y como por arte de magia, cinco minutos antes que venga me sueltan”, concluyó el futbolista que se encuentra lesionado, situación que le impidió disputar el encuentro con normalidad.

Sin embargo, desde la Seguridad de la Provincia de Buenos Aires aseguran que fue el propio Montenegro quien inició la discusión en la zona de plateas. “El cruce verbal subió de tono, el futbolista se levantó y le pegó con un termo en la cara a un dirigente de Italiano. Ahí se fracturó la mano”, le aseguraron a C5N. No hubo heridos de gravedad, pero varios directivos tuvieron que ser atendidos.

Tras este episodio, le labraron actuaciones y, si bien el futbolista quedó en libertad, le aplicarán derecho de admisión en la Provincia de Buenos. Una vez que se haga oficial, Montenegro deberá apelar y la Justicia decidirá si podrá volver a ingresar a una cancha (como espectador) en jurisdicción bonaerense.