La jueza Loretta Preska pidió al Ejecutivo argentino que indique dónde está el oro que sacó de las reservas del BCRA. Es en respuesta a un pedido de los beneficiarios del fallo por el juicio por la expropiación de YPF.
Un pedido de información que toca varios activos
Pero Marill señala que eso no es lo único que busca la magistrada. «Adicionalmente, pidió a Gobierno que dé información sobre cuentas soberanas ubicadas a nivel local y en EEUU, que incluyen aquellas pertenecientes a diplomáticos, embajadas y consulados, así como las cuentas de bancos con empresas con las que el Gobierno haya hecho alguna operación comercial», detalla.
Marill explica que la Argentina tiene seis semanas para reportar esta información y que, una vez que cumpla con ese requisito, los beneficiarios del fallo la revisarán e informarán a la jueza Preska qué es lo que quieren embargar. Y ella decidirá cuáles son embargables o no. «Muchos dicen que un activo de una embajada o un consulado tiene inmunidad diplomática. Eso es cierto, pero si fue usada para una actividad comercial, ese beneficio se anula y es embargable», informa el experto.
Lo que hizo la juez es tomar una decisión extrema en el marco de un juicio que ya lleva mucho tiempo en desarrollo y, de alguna manera, muestra una actitud sancionatoria contra la Argentina por su constante actitud de patear la pelota y no cumplir con sus obligaciones.
En mayo del año pasado, la jueza estadounidense Preska le exigió a la Argentina demostrar que la petrolera y el Estado representan los mismos intereses. La magistrada ya había emitido un fallo que condenó al país a pagar unos u$s16.000 millones, de los que el fondo Burford es el principal beneficiario. En la audiencia las partes presentaron argumentos a favor y en contra de obligar al país a presentar información sobre si ciertas entidades administradas por el Estado son «alter ego» del país. En esa lista estaban YPF, Aerolíneas, BCRA, Arsat, Banco Nación y otras. (Ambito)