Magalí Echeverria, una joven del barrio San Juan Bautista, sufrió una pesadilla semanas atrás cuando su vecino (33) la golpeó en la cabeza e intentó arrojarle un escombro.
Además, la joven denunció mal accionar por parte de efectivos de la Comisaría Sexta.Según señaló el conflicto no es nuevo, ya que data de hace más de 20 años, pero es la primera vez que escala a lo físico.
En el piso de Radio La Voz, Echeverria primero se mostró decepcionada por el accionar policial al acudir por ayuda. “Siendo sincera las respuestas que obtuve por parte de las autoridades me rompió el corazón, esperaba mucho más de la Policía porque uno confía y espera, lamentablemente la respuesta fue el nulo acompañamiento”, comenzó.
Para contextualizar lo sucedido, sostuvo: “nosotros manejamos denuncias, yo comencé a denunciar en la Comisaria Sexta por amenazas. Esto tiene un tiempo largo, desde que nos mudamos en el año 2002”.
Respecto al último episodio recordó: “el detonante fue por una medianera, donde la familia de él ingresó a nuestro terreno alrededor de 15 metros, fuimos a juicio, hicimos un acuerdo y ellos tenían 90 días para tirar la muralla y que mi papá pueda hacer la muralla donde corresponde.
Como pasaron los días y ellos no cumplieron con el acuerdo mi papá se ofreció a tirarla bajo su propio costo, ellos aceptaron, pero solo le dejaron hacer un pedacito, luego este violento comenzó a negarse y mi padre acudió a la Policía para hacer una exposición de que se están negando a acatar el acuerdo”.
“Ese mismo día el agresor se acercó al portón de mi casa pidiendo que se llame al abogado quien le pidió que pare con todo y acate el acuerdo. A las 15 horas llegaron los albañiles de mi papá para hacer el trabajo, cabe decir que había un hilo que puso la agrimensora dividiendo los terrenos.
Él le llamó a mi papá en el pasillito, entonces empiezo a grabar un audio de WhatsApp porque lo conocemos, sabemos que es agresivo y capaz de cualquier cosa, me dijo que me vaya porque están hablando los hombres, en ese momento ya se encontraba la chicaque se ve en el video que es su sobrina, ella fue quien intervino para frenar la agresión.
Cuando bajé la mirada al teléfono para poner la cámara, él me pegó en la cabeza lo que me hizo revotar contra la pared, ahí atiné a agarrarle la remera. Fue en ese momento que agarró un ladrillo entero y me lo arrojó, yo lo esquivé y me terminó pegando en la cintura, después agarró otro que por gracias de Dios no me pegó. Él dice que la que me agredió fue su sobrina, pero en el video se ve claramente que no fue así”, continuó.
Seguidamente, aseguró que las autoridades no actuaron la celeridad ni la seriedad del caso, ya que pese a contar con pruebas en vídeo de las agresiones un Oficial le habría respondido que no era “violencia de genero porque él agresor no es su pareja”. Echeverría además expresó su preocupación por la influencia que tiene la hermana de su agresor, quien es policía, y al tomar conocimiento del hecho enseguida se acercó a la Comisaría.
“Al instante que terminó el episodio me fui a la Comisaría Sexta, quise radicar la denuncia por violencia de género. Cuando volví del Forense él ya estaba denunciándome a mí, en ese momento me dijo algo por lo cual le dije al policía que me seguía agrediendo frente a ellos, pero su respuesta fue que no escuchó. Luego llegó la
hermana que es policía y empezó a hablar con todos los de la guardia, y ahí me informó un policía que yo podía quedar detenida porque él me denunció que le pegué. Ahí le dije que no puede ser, si soy yo la que vengo denunciándolo desde hace años por amenazas y cuando yo venía ustedes me decían que solamente me decía, pero no me hacía nada”, manifestó indignada.
Finalmente, la joven lamentó que desde la página oficial de la Policía sacaron un comunicado “minimizando el hecho”porque “solo se trató de un problema entre vecinos por una medianera”, a la vez indicaron desde la Fuerza que Magalí no intentó aportar pruebas tales como el video que ella dice y que tampoco hay denuncias previas.
“Yo tengo los expedientes y manifesté verbalmente que tenía pruebas de la agresión sin embargo nadie me escuchó. Cuando la Policía hizo esa publicación a mí me hizo muy mal, porque yo respeto a la institución, confió en ella, y hasta hoy pido no perder la fe en que la Policía me va a ayudar. Incluso dijeron que estoy recibiendo acompañamiento por parte de ellos, lo cual no es verdad”, cerró.