El Hospital de la Madre y el Niño se ha convertido en el epicentro de una verdadera ola de indignación. Cuatro niños permanecen en terapia intensiva a la espera de atención mientras el Ministerio de Desarrollo Humano y las autoridades del Alta Complejidad siguen sin renovar el contrato del doctor Arresquín, un profesional clave para su tratamiento.
Los padres de los niños internados, junto con cientos de ciudadanos formoseños han alzado la voz con desesperación. «¿Qué les pasa? ¿Cómo pueden jugar con la vida de nuestros hijos?», se preguntan en redes sociales, donde los mensajes de enojo y reclamo se multiplican. La falta de respuestas y la indiferencia del gobierno han encendido la furia de una comunidad que no puede entender cómo la burocracia o la política pesan más que la vida de los más vulnerables.
Las redes sociales estallan con denuncias y exigencias de acción inmediata. “Parece que esta gente no tiene hijos, o que realmente no les importa la vida de los demás”, expresa una publicación viral. Además, se convoca a la ciudadanía a compartir la denuncia y exigir explicaciones al gobernador Gildo Insfrán y al Ministerio de Desarrollo Humano, responsables directos de esta situación.
Hasta el momento, el silencio oficial solo ha profundizado la indignación. La pregunta es clara: ¿van a esperar a que pase una tragedia para hacer algo?