El inusual caso sucedió el domingo del Día de la Madre en el barrio San Justo, Salta, cuando el propietario de un almacén local decidió salir a pasear con su familia. Cuando regresó observó que nueve ladrones forzaron la puerta para robar y allí comenzó una persecución donde logró detener a dos de ellos.
En su relato Nicolás Alcalá expresó que a los dos hombres los llevó a la comisaría, pero al día siguiente los volvió a ver por el barrio y frente a la insostenible situación de inseguridad, tomó represalias y ató a los dos jóvenes a un poste de luz mientras esperaba a la Policía.
“Al perro le dieron de comer palomas para que no los ataque, rompieron el portón, se sentaron en mi mesa, tomaron cerveza y revisaron cada pieza”, expresó el comerciante sobre el robo que sufrió.
En este marco, Alcalá manifestó que los hizo porque «la Justicia no hace nada”: «La gente, una vez que está en la calle, tiene miedo de que los delincuentes vuelvan a atacar», expresó en Cadena 3.
Aunque presentó cuatro denuncias contra los delincuentes, por el momento la fiscalía 5 no dio respuesta sobre la situación de los sujetos.
Mientras aguarda información, Alcalá teme que la Justicia lo acuse por actuar sobre los ladrones.